Biblioteca del Sueño:
Todo lo que necesitas saber
4 a 6 meses
ETAPA DEL SUEÑO:
4 a 6 meses
METAS DE SUEÑO:
12 a 16 horas diarias de sueño en total,
incluyendo de 3 a 4 siestas.
Nuestros expetertos en sueño recomiendan entre 3 y 5 horas de sueño durante el día y entre 9 y 12 horas durante la noche.
A los 4 meses de edad, el ritmo circadiano del bebé se encuentra en pleno desarrollo, ayudándolo a organizar sus horas de sueño diurnas y nocturnas. A medida que nuestro bebé sea capaz de prolongar sus horas de sueño, es muy probable que atraviese la famosa regresión del sueño de los 4 meses. Se trata de una situación transitoria, a no desesperar. Establecer hábitos de sueño saludables como, por ejemplo, procurar que duerma temprano, ayudará a que nuestro bebé recupere su ritmo habitual.
Guía del Sueño del Bebé de 4 Meses
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02 – La Biología del Sueño del Bebé
- El ritmo circadiano del bebé se encuentra en pleno desarrollo y ello le permite coordinar su actividad física, mental y social con el momento del día. Inicialmente, el bebé tiene un ritmo circadiano débil, marcado por las hormonas que recibe de su madre a través de la placenta o de la leche materna. A medida que su propio ritmo circadiano madura, tu bebé desarrollará la capacidad de consolidar un sueño más prolongado durante la noche y de permanecer despierto más tiempo durante el día.
- Cerca de los 4 meses de vida, su sueño diurno también se verá más organizado. Y, con el correr de las semanas, sus siestas serán cada vez más regulares. Cuando nuestro bebé alcance los 6 meses de vida podemos esperar que sus siestas ocurran cada día a la misma hora.
- De igual modo, el ciclo de sueño del bebé irá evolucionando naturalmente a medida que su cerebro madure. De hecho, sus ciclos de sueño se asemejarán al de un adulto. Cada ciclo durará entre 50 y 60 minutos y exhibirá distintos estadios de sueño profundo.
03 – La Famosa Regresión del Sueño de los 4 Meses
- Al alcanzar los 4 meses de edad, los patrones de sueño del bebé maduran y aumentan sus niveles de atención y de interacción con el mundo.
- Los bebés comenzarán a despertarse entre 4 y 6 veces por noche, al finalizar cada ciclo de sueño (igual que los adultos). Un bebé que logra conciliar el sueño en su cuna podrá, más fácilmente, conectar los ciclos de sueño durante esos micro despertares. Si el bebé no puede volver a dormirse por sus propios medios, llorará y estará molesto hasta tener aquello que lo ayudó a dormirse al inicio de la noche. Si bien estos cambios son considerados una regresión del sueño, en realidad, muestran una maduración en el desarrollo de los patrones de sueño de nuestro bebé.
- Los bebés que suelen conciliar el sueño de manera independiente al inicio de la noche, en general, logran conectar sus ciclos de sueño sin problemas. Para lograrlo deben llegar a su cuna despiertos y conciliar el sueño en el mismo espacio en el que se encontrarán cuando despierten por la noche.
- Por el contrario, es más probable que los bebés que hayan sido acostados en sus cunas ya dormidos estén molestos o lloren cuando despierten naturalmente durante la noche: se sentirán desorientados y no sabrán cómo volverse a dormir. Esto se debe a que todos los seres humanos dependemos de ciertas condiciones para conciliar el sueño y para permanecer dormidos. Si vamos a dormir con una almohada y despertamos durante la noche porque ésta se ha caído, la tomamos del suelo para volver a conciliar el sueño. Algo semejante sucederá cuando nuestro bebé quede dormido en nuestros brazos y despierte en la mitad de la noche. En ese caso, el bebé buscará nuestros brazos para volver a dormir.
- Es normal que las madres y los padres de bebés de esta edad piensen que despierta reiteradamente por las noches porque siente dolor, hambre o miedo. En realidad, sus despertares son consecuencia del desarrollo natural del sueño.
- Con frecuencia, intentamos solucionar la regresión del sueño según el origen que percibimos del problema. Así, llegamos a alimentar a un bebé “hambriento” varias veces en la noche o bien, refugiamos a un bebé “angustiado” en nuestras camas para que no se sienta solo. Sin embargo, estas soluciones tienden a agravar el problema e impiden que el bebé concilie el sueño por sus propios medios.
04 – Asociaciones del Sueño
- La asociación del sueño es todo aquello que un bebé relaciona con el hecho de quedarse dormido. Si no está presente de manera constante, entonces es muy probable que nuestro bebé llore al despertar naturalmente durante la noche y necesite reemplazar su asociación del sueño.
- Es recomendable escoger asociaciones del sueño positivas que perduren a lo largo de la noche: el ruido blanco, la comodidad de la cuna e, inclusive, la succión de sus dedos pueden ser opciones buenas y prácticas que contribuirán a que nuestro bebé vuelva a conciliar el sueño con facilidad.
- Podemos reducir las asociaciones del sueño que requieran de nuestra asistencia, tales como alimentar al bebé para que duerma, mecerlo o caminar con él en brazos. Inclusive el chupete, que luego debemos volver a colocar por la noche, generará frustración en nuestro bebé (¡y en nosotros!).
- El chupete puede llegar a ser una asociación del sueño negativa si el bebé necesita nuestra ayuda para volver a encontrarlo por la noche. A partir de los 6 meses de vida, muchos bebés ya podrán encontrar el chupete y colocarlo en la boca por sus propios medios.
05 – Alimentación durante la noche
- A esta edad, algunos bebés ya no demandan tomas durante la noche, mientras que otros lo necesitan hasta alcanzar los 7-9 meses. Debemos consultar siempre con el pediatra sobre las necesidades nutricionales del bebé para fomentar un crecimiento saludable.
- Si nuestro bebé tiene el hábito de alimentarse para conciliar el sueño, es hora de un cambio. Podemos intentar alimentarlo al comienzo de su rutina de sueño, en lugar de al final; de este modo, el bebé no dependerá de esta asociación del sueño para dormir. Si nuestro bebé asocia comer con dormir, le será más difícil volver a conciliar el sueño cuando despierte por las noches.
- Si nuestro bebé es de los que aún tienen el hábito de alimentarse por las noches, eso no significa que necesariamente debemos darle de comer cada vez que despierta. Cuando llora por la noche es posible que simplemente esté intentando conectar sus ciclos de sueño. Intenta prestar atención a la forma en la que tu bebé come en cada toma nocturna. ¿Lo hace con ganas? ¿Es una toma eficiente o simplemente succiona durante unos segundos y se vuelve a dormir? También observa la frecuencia con la que come. Si por el día puede pasar 3-4hs sin alimentarse, no debería necesitar comer cada hora durante la noche.
- Al alcanzar los 4 meses de vida, en general, los bebés necesitan alimentarse entre 0 y 2 veces por noche. La primera toma puede suceder cerca de la medianoche, luego de que tu bebé haya dormido varias horas, en su mayoría, de sueño profundo. La segunda, generalmente, ocurre entre 3 y 4 horas después de la primera, cerca de las 4 o 5AM.
- Muchas veces asociamos que un bebé duerme bien con que no se alimenta durante la noche, y no se trata de una condición excluyente. Retirar la alimentación de noche no garantiza al bebé un sueño nocturno consolidado. Asimismo, algunos bebés necesitarán todavía tomas nocturnas y, aun así, podrán efectivamente dormir y descansar bien. Nuestro bebé puede lograr un sueño de calidad si respondemos a sus necesidades siguiendo un horario apropiado para su edad y brindando oportunidades para que logre conectar sus ciclos de sueño durante la noche con facilidad.
06 – Hábitos de Sueño Saludables
- Acostar al bebé todos los días a la misma hora (y temprano) lo ayudará a dormir mejor. Un buen horario para acostarlo por las noches es entre las 6 y 8PM (unas 2hs después de haberse despertado de su última siesta del día).
- Podemos implementar una rutina de sueño que sea simple y que incluya alimentación, baño, suaves masajes y pijama. Estos hábitos pueden indicar a nuestro bebé que dormir es placentero … y predecible.
- Durante el día, sigamos una rutina cuyo orden sea alimentación, juego y sueño. Y permitamos al bebé dormir siestas cuando identifiquemos sus señales de sueño, para evitar un cansancio excesivo.
07 - Siestas
- Pese a que las siestas aún no son regulares, los bebés necesitan dormir durante el día. Mantengamos despierto al bebé por períodos máximos de 2 horas (a los 4 meses y a medida que crece tolerará más tiempo despierto), aproximadamente, para evitar que se sienta muy cansado.
- Tras dos horas de actividad, pongamos atención a sus señales de sueño y acostémoslo a dormir para evitar que sienta excesivo cansancio.
- En esta etapa, nuestro bebé probablemente necesite entre 3 y 4 siestas por día.
08 – Sueño y Movimiento
- A esta edad, el bebé probablemente descubra que logra realizar nuevos movimientos; uno de ellos puede que sea rodar.
- Esta nueva habilidad puede afectar su calidad de sueño, al menos, durante algunas noches. No debemos inquietarnos, ¡es sólo una etapa!
- Durante el proceso en que nuestro bebé adquiere destreza para desarrollar este movimiento, puede que se voltee sobre su pancita en algún momento de la noche y que no sepa como regresar a su posición inicial. Si no estamos seguros si nuestro bebé puede hacerlo por sus propios medios, la AAP (American Academy of Pediatrics) recomienda que lo giremos a su posición inicial, por seguridad.
- Durante el día, permitamos a nuestro bebé practicar. Podemos confiar en que, pronto, descubrirá cómo voltearse hacia el otro lado. Cada bebé aprende a hacerlo en diferentes momentos.
- Una vez que nuestro bebé pueda voltearse en ambos sentidos, podremos relajarnos y permitirle que elija la posición más cómoda para dormir, pero siempre acostándolo boca arriba al inicio de la noche.
09 – Creando un Espacio de Sueño Saludable
- En lo posible, se recomienda mantener la habitación del bebé en total oscuridad. Si es necesaria una luz de noche para usar durante los despertares nocturnos, idealmente debe ser tenue. Las luces de espectro rojo o naranja son menos disruptivas del sueño que las de espectro azul o blanco.
- Utilizar ruido blanco también puede ser conveniente. Es relajante y, además, contribuye al bloquear ruidos molestos. (Aclaración: ¡Su volumen no debería superar el de una ducha!)
- La temperatura es importante. Dormimos mejor en un ambiente fresco. Durante la niñez, la temperatura sugerida es de entre 20 y 22 grados C.
References
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- Brown, A., & Harries, V. (2015). Infant Sleep and Night Feeding Patterns During Later Infancy: Association with Breastfeeding Frequency, Daytime Complementary Food Intake, and Infant Weight. Breastfeeding Medicine, 10(5), 246–252. https://doi.org/10.1089/bfm.2014.0153
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Sarah Christian is an Infant and Pediatric sleep consultant who loves helping families get the rest they need. In addition to her certification from the Family Sleep Institute, Sarah has an insatiable appetite for reading sleep research, fueled by a master’s degree in library science and twenty years of work in the Penn State University Libraries. Her own four children keep it real, and along with her husband Dean are the joys of her life.
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